El secreto de la Misericoria
principio del capítulo VII
Andrés entró en el portal. Antes de cerrar la puerta oyó una voz de mujer que le llamaba. retrocedió un par de pasos, arqueó el cuerpo hacia atrásy, miró hacia su derecha, mientras sujetaba la puerta entreabierta, viendo a una mujer que cruzaba corriendo sobre sus tacones por el paso de peatones situado al inicio de la Calle Carrero. Era una mujer de unos treinta y cuatro años; alta con el pelo rizado y rubio. Llevaba un paraguas que movía de un lado a otro, como si quisiera con él hacerle señas a Andrés de que era ella la que le llamaba. Se detuvo ante Taída, quien la miraba sorprendido; en parte porque no sabía quién era y por otra parte por la belleza de aquella mujer, que vestía un pntalón negro, conjuntado con un jersey de licra granate bastante ceñido a su escultural cuerpo.
-Perdona, ¿eres Andrés Taída? -preguntó la mujer-, ¿el sobrino del padre Joaquín?
-Así es -respondió Andrés cada vez más intrigado por saber quién era aquella mujer- ¿Y tú eres...?
-¡Oh, perdona! -exclamó ella- no me he presentado como es debido. Me llamo Estefanía Soler, ayudaba a tu tío en el libro que estaba escribiendo.
-Verás, mi tío ha sido asesinado esta mañana, así que, si me disculpas tengo que realizar algunos preparativos para el funeral.
-Lo sé -respondió Estefanía-, y creo saber porqué le asesinaron.
